Las pernoctaciones extrahoteleras en Andalucía caen en marzo un 62,4% y los viajeros un 76,1% por el Covid-19

Los alojamientos extrahoteleros –apartamentos, campings, alojamientos de turismo rural y albergues– en Andalucía han registrado durante marzo un total de 360.801 estancias, lo que supone un descenso del 62,4% con respecto al mismo periodo del pasado año, y los viajeros también han caído un 76,1%, hasta los 59.816, por la crisis del coronavirus y la suspensión de actividades en estos establecimientos por la declaración del estado de alarma a mediados de marzo, según recoge la estadística sobre alojamientos extrahoteleros del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada este lunes.

En el caso de los campings se contabilizaron en marzo un total de 15.791 viajeros, un 67,1% menos que en el mismo mes de 2019. Asimismo, se realizaron 135.468 pernoctaciones, un 44,9% menos. La estancia media registrada en los campings fue de 8,58 días. En Andalucía había en marzo 65 campings abiertos, con un total de 33.955 plazas y había 424 personas empleadas. La ocupación fue del 29,96% por parcela y del 25,19% en fin de semana.

Las pernoctaciones de los apartamentos turísticos han caído en marzo en Andalucía un 68,3% en relación al mismo mes de 2019, pasando de 661.582 el año pasado a 209.468 este año. Por su parte, los viajeros también han descendido en términos interanuales; en concreto, un 78,2%, desde los 182.686 registrados en marzo de 2019 a los 39.681 contabilizados el mes pasado.

La estancia media en apartamentos turísticos en la región fue de 5,28 días. En Andalucía había en marzo 17.427 apartamentos, con un total de 38.352 plazas y el personal ocupado era de 2.278 personas. El grado de ocupación por plaza fue del 17,60% y del 18,2037% en fin de semana.

En lo que respecta a los alojamientos de turismo rural, el número de viajeros recibidos en Andalucía también ha decrecido en marzo en un 78,1% en relación al mismo mes de 2019, con un total de 4.344, frente a los 19.918 contabilizados el año anterior. Igualmente, el número ha descendido en las pernoctaciones hasta un 69,8%, ya que se ha pasado de 52.630 en marzo de 2019 a 15.865 el mes pasado.

Así, la estancia media de los viajeros en los alojamientos rurales fue de 3,65 y se estima que había 1.380 establecimientos abiertos, con un total de 11.347 plazas. El grado de ocupación por plaza fue del 4,51% y en fin de semana del 8,26%. El personal empleado ascendió a 3.150 personas.

A nivel nacional, las pernoctaciones realizadas en alojamientos turísticos extrahoteleros se desplomaron un 63,2% en marzo en relación al mismo mes de 2019, hasta sumar casi 2,5 millones. Las pernoctaciones de los residentes en España se hundieron un 71,9% en el tercer mes del año, hasta las 557.425, mientras que las efectuadas por turistas procedentes del exterior bajaron un 59,6%. En marzo, la estancia media se situó en 7,4 pernoctaciones por viajero.

En los tres primeros meses del año, de la crisis del coronavirus ha provocado que las pernoctaciones en establecimientos extrahoteleros caigan un 21,4% respecto al mismo periodo de 2019. Las estancias en apartamentos turísticos se desplomaron un 65,5% en marzo en relación al mismo mes de 2019; las pernoctaciones en campings bajaron un 50,9%; las realizadas en alojamientos de turismo rural se hundieron un 76%, y las efectuadas en albergues cayeron un 62,9%.

SUSPENSIÓN DE APERTURA

Estadística ha recordado que una orden del 19 de marzo que desarrollaba lo establecido en el primer decreto del estado de alarma determinó la suspensión de apertura al público de todos los hoteles y alojamientos turísticos y otros alojamientos de corta estancia, campings, aparcamientos de caravanas y otros establecimientos similares, ubicados en cualquier parte del territorio nacional. Así, a partir del 19 de marzo, los alojamientos turísticos fueron cerrando progresivamente, quedando completamente suspendida su actividad el 26 de marzo.

El INE ha explicado que el cierre de establecimientos extrahoteleros ha generado un «problema sin precedentes» en el ámbito de la recogida de datos. La mayor parte de este proceso tuvo lugar durante la primera quincena de abril, cuando los establecimientos ya estaban cerrados al público y no tenían a disposición, generalmente, servicios a los que acudir para solicitar la información estadística.

«Estos hechos han obstaculizado especialmente la recogida de información de este mes, observándose una reducción de la tasa de respuesta», ha apuntado el INE que, en todo caso, ha considerado que los datos a nivel nacional y por comunidades autónomas tienen calidad suficiente para su difusión.