España es de los países que más sufrirían con la caída del turismo internacional

Las regiones con mayor dependencia del turismo internacional, como España, sufrirían «sustancialmente» la caída de esta modalidad de viajes, por lo que serían las «más vulnerables a una recesión», según el economista de Schroders James Reilly.

En España, la contribución del turismo internacional al PIB ronda el 7,4%, pero es necesario tener en cuenta el beneficio que puede derivarse de la «recolocación» de los gastos que dejen de realizarse en el extranjero. Tomando los ingresos internacionales menos los gastos, se obtiene un flujo neto de turismo internacional y, al relacionar esto con el PIB total, se puede evaluar el impacto neto del turismo internacional en una economía

En el caso de España, este índice se sitúa en el 3,8%, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), que estima la caída del turismo internacional para 2020 entre el 58% y el 78%.

Asimismo, teniendo en cuenta las medidas de distanciamiento social y espacio personal, es «crucial» el enfoque en el turismo de calidad antes que en la cantidad, que reporte unos mayores gastos en el destino.

Sin embargo, a corto plazo, las regiones donde los volúmenes de visitantes se hayan reducido globalmente estarán más expuestas y sufrirán las pérdidas económicas más bruscas.

Algunos países están considerando habilitar «corredores de viajes seguros» o «puentes aéreos» para los países con menor riesgo de coronavirus. Las economías que establezcan tales «corredores» con países como Australia e Islandia (que fueron los dos principales países según la medición de sus gastos en el extranjero) podrían cosechar beneficios.

No obstante, hay otros factores que influyen, como la estacionalidad del turismo en ciertas economías. Las economías europeas como España e Italia dependen especialmente de los visitantes de verano y, por lo tanto, esta crisis «no podría haber llegado en un momento peor». Además, Reilly señala que «es posible» que las regiones más afectadas por el Covid-19 tengan dificultades para eliminar este estigma y «tengan que esperar más tiempo hasta recuperar los niveles de turismo anteriores a la pandemia».