De ruta por La Rioja

El enoturismo en España ha aumentado en los últimos años de manera exponencial y en concreto, la zona de la DOCa Rioja recibió más de 600.000 turistas en 2017, convirtiéndose en uno de los destinos preferidos para los aficionados del vino donde disfrutar además de la gastronomía y del patrimonio histórico de la región, además de sus viñedos, como uno de los atractivos para escapadas el fin de semana o puentes.

La DOCa Rioja ofrece al visitante la posibilidad de visitar al menos dos centenares de bodegas de los más diversos estilos, tamaños y antigüedad y, a la vez, aprovechar para degustar los platos locales de afamado reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras.

Podemos diferenciar las bodegas de la DOCa Rioja por su arquitectura contemporánea con reconocidos arquitectos como Frank O. Ghery, Philippe Mazières o Zaha Hadid, que las han convertido en verdaderos iconos del turismo del vino; por su relación con el entorno y los viñedos; por su alta concentración de bodegas centenarias; pequeños tesoros familiares que han visto el enoturismo como una oportunidad para comercializar sus vinos a través del contacto directo con el consumidor; por su importancia histórica o bien porque la bodega tenga un atractivo singular como es el caso del Museo Vivanco, un museo de referencia a nivel mundial.

En concreto, La DOCa Rioja ofrece tres rutas del vino: la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, la Ruta del Vino de Rioja Alta y la Ruta del Vino de Rioja Oriental, iniciativas que han jugado un importante papel en el posicionamiento de Rioja en el mapa enoturístico entre los que hay bodegas de distintas tipologías, museos, alojamientos, restaurantes, empresas de actividades y enotecas, con el objetivo de mejorar la experiencia del visitante.

La DOCa Rioja además cuenta con una oferta gastronómica capaz de satisfacer un abanico de gustos muy amplio. Las opciones van desde la posibilidad de hacer un recorrido informal a base de tapas por los numerosos bares, a disfrutar de mesa y mantel en alguno de los cuatro restaurantes con estrellas Michelin con que cuenta la región.

Varias decenas de bares de tapas jalonan las emblemáticas y famosas Calles Laurel y San Juan de Logroño, abarrotada cada tarde por una multitud que se desplaza de un bar a otro degustando en cada uno su especialidad.

Rodajas de chorizo picante, finas lonchas de jamón ibérico, pimientos rojos asados rellenos de bacalao, setas y champiñones a la plancha, orejas de cerdo y de cordero, embuchados, pinchos de tortilla española, son solo algunas de las muchas tapas que se ofrecen junto a una generosa selección de vinos de Rioja.

Similar escenario podemos encontrar en muchas localidades de la región, que también disponen esta singular oferta gastronómica en La Herradura de Haro, la calle Mayor de Laguardia, de Nájera, de Calahorra y de tantas otras.