La rebaja del 12% en las tasas de ruta de ENAIRE en 2019, que se hizo efectiva el pasado 1 de enero, supondrá un ahorro a las compañías aéreas de 100 millones de euros, según estima el Ministerio de Fomento, que señala que con esta rebaja se viene a compensar el incremento del tráfico, superior al previsto, de 2017.

En concreto, se reducirán de los 69,67 euros a los 61,33 euros en el caso de España-Continente y de 56,74 euros a 49,96 euros en el caso de España-Canarias. A ello se añade, la congelación de tarifas aeroportuarias de Aena para este año a partir del próximo mes de marzo, cuando entran en vigor.

De esta forma, desde el 1 de enero se está aplicando una rebaja del 12% en las tarifas de navegación aérea que percibe la matriz de Aena en concepto de instalaciones y servicios de navegación aérea (en ruta), su principal fuente de ingresos, tal y como se anunció el pasado mes de marzo, tras la reducción del 3% aplicada en 2018.

Hay que recordar que las tarifas de navegación aérea permanecieron congeladas desde 2012 hasta 2017. En marzo de este pasado año, el anterior Ejecutivo anunció una rebaja del 11,5% de cara a 2020, en el marco del plan estratégico del gestor de navegación aérea, ‘Plan de Vuelo 20209. El plan original era rebajar las tarifas un 3% en 2018, un 4% en 2019 y un 5% en 2020.

Entre las más competitivas de Europa

Tras las rebajas planeadas para este año y el siguiente, España se situará entre los cuatro mercados europeos con las tarifas a la navegación aérea más bajas. Según Fomento, únicamente Reino Unido va a aplicar una reducción de las tasas de ruta superior a la de ENAIRE (-13% frente al -12% aplicado en España). Por detrás, quedan Italia, que ha decidido rebajar un 3% las tasas de ruta, Francia (-4%) y Alemania (-5%).

Las tasas de ruta responden a un sistema regulado a nivel comunitario, que incluye objetivos de eficiencia y compartición de riesgos entre los proveedores de servicio de navegación aérea y los usuarios del sistema, es decir, las compañías aéreas. Este sistema supone que cuando el tráfico de un año es superior al planificado, se genera un saldo a devolver a las compañías aéreas, por la vía de la reducción de tasas en años futuros.